Estos días hemos
estudiado temas re reencuentros felices.
La palabra
reencuentro, está muy relacionada con el día especial que Dios separó después
de la creación. Génesis 2:1-2, El sábado fue escogido por Dios desde la
creación, para encontrarse con sus criaturas,
Un gran evangelista
“Vino palabra de Dios a Jonás,
hijo de Amitai; diciendo” Jonás 1:1
¿Quién era Jonás? En 2 Reyes 14:25,
encontramos un detalle importante sobre Jonás, Dios lo llamó en tiempos muy
difíciles. Judá era jornada por el Rei Amasías, y en Israel reinaba Jeroboam,
Había una apostasía generalizada. “Conforme a la palabra de Dios que él había
hablado por su siervo Jonás hijo de Amitai, Profeta que fue de Gath-efer”
Dios reconoce a Jonás como su
siervo y su profeta. Jesús también hizo referencia al profeta Jonás;
Él les respondió y les
dijo: La generación mala y adultera demanda señal, pero señal no le será dada,
sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del
gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón
de la tierra tres días y tres noches. Mateo 12:39-40.
Jonás era muy considerado y
reconocido, no por que tenías muchos seguidores, tampoco porque era agraciado,
tampoco fue un niño popular con suerte. Dios tenía un propósito especial para su
vida, y eso es, lo que tú y yo debemos estar siempre seguros, Dios no te formo
sin un propósito, cada uno de ustedes es especial para Dios. Tenemos un nombre
y apellido que por más que se repita en otro lugar, Dios nos conoce y tiene
planes grandes para nuestra vida.
Un gran desafío para una gran
ciudad
“Levántate y ve a Nínive,
Aquella gran ciudad y pregona contra ella, porque ha subido su maldad delate de
mí”. Jonás 1:2
Tokio, Japón: tiene alrededor
de 37,4 millones de habitantes una de las ciudades más grandes en el mundo. En
Sudamérica, Sao Paulo, Brasil, con 21,8 millones de habitantes, es la cuarta
ciudad más grande en el mundo.
“…Nínive, ciudad grande en
extremo, de tres días de camino” Jonás 3:3
Realmente predicar en Nínive
era un desafío extremo y Nínive era una gran ciudad, Jonás no tenía super
poderes como los héroes de las películas, tampoco había micrófono y parlantes
en ese tiempo, no había directores de cantos o música para llamado, solo Jonás,
que con el poder de Dios predicaría el mensaje más poderoso jamás oído por los
habitantes de esta ciudad.
Un gran rechazo y una gran
lección
Así como todos los que son
llamados por Dios, están blindados de su protección y compañía.
Jonás tuvo la oportunidad de
ir y obedecer inmediatamente, pero esta vez, tomó una decisión equivocada,
Jonás rechazo la oportunidad de ser el instrumento poderoso en las manos de
Dios y decidió huir a la ciudad de Tarsis. Sabemos la historia.
“Pero Jehová tenía preparado un gran pez
que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches”.
Jonás 1:17
A veces Dios permite
situaciones que nos ponen a prueba, para enderezar nuestro camino torcido, para
arrepentirnos de nuestras malas decisiones, y cumplir finalmente el propósito
de Dios.
Dios es un Dios de
oportunidades, Aceptó el arrepentimiento y la oración de Jonás, y le dio una
segunda oportunidad. Esta vez Jonás obedeció, Nunca rechaces las oportunidades
que Dios en su misericordia te da.
Cada día Dios tiene un plan
para ti, pero sufrimos al tomar daciones equivocadas.
Ante un problema o situación
difícil, nunca te veas fracasado. Mira el problema como una oportunidad para
aferrarte de Dios y clamar, todo problema es una oportunidad para que Dios sea
glorificado.
Un gran llamado y Un gran
resultado
Jonás arrepentido y lleno del
poder de Dios, comenzó a predicar. Un mensaje muy preciso y claro.
“En cuarenta días Nínive
será destruida”. Jonás 3:4
Tal fue el impacto, que todos
temieron, la biblia detalla que el mismo rey ordenó que todos, hombres,
mujeres, bebes, y animales ayunen, que no prueben cosa alguna ni agua y se
vistan de cilicio.
“Y vio Dios lo que
Hicieron, que se convirtieron de su mal camino, y se arrepintió del mal que
había dicho que le haría, y no lo hizo”. Jonás 3:10
Así como a Jonás, Dios, les
dio una segunda oportunidad a los ninivitas. Todos se arrepintieron todos se
salvaron, toda esa gran ciudad, desde el más pequeño al más grande. El deseo de
Dios es que todos sean salvos
“El Señor no tarda su
promesa, como algunos tiene por tardanza, es paciente con vosotros, pues no
quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento”. 2
Pedro 3:9
Hoy, nuestro desafío es llevar
el mensaje de salvación a las grandes ciudades. Seguro tenemos algún familiar
en una gran ciudad. Si eres padre, puede que los hijos crecieron y decidieron
irse lejos, o tú mismo, fuiste a una gran ciudad en busca de mejores
oportunidades. Poco a poco, la sociedad te fue absorbiendo y fuiste copiando
algunas cosas de ellos.
No es fácil ser un buen
cristiano en el trabajo, en la escuela, en la universidad, las tentaciones son
mayores, la prueba parece más difícil, y pareciera que nadie te conoce o a
nadie le importas, porque en una gran ciudad, la gente no se conoce, las
distancias son más grandes, y con ese pretexto, algunos ya no se visitan ni por
motivo de cumpleaños.
En una gran ciudad podemos
vivir muy cerca, pero estamos cada vez más lejos.
Dios te necesita, para llevar
su mensaje de amor y perdón a las grandes ciudades.
Llamado y compromiso
Hoy las personas viven tan
ocupadas, no tienen tiempo para ir a la iglesia y escuchar un mensaje de
esperanza. Y muchos ya han muerto sin conocer que tenían la oportunidad de
arrepentirse y recibir el perdón de Dios.
hoy es una oportunidad para volverse
del mal camino. Para obedecer y no rechazar la invitación de Dios. Es tiempo de
clamar a Jesús por el perdón, por haber tomado decisiones equivocadas, y dejar
que Dios obre en nuestra vida.
Acepta hoy a Jesús, es un mensaje
muy preciso y claro, ya no tenemos más tiempo para huir de Él.
No huyas de Jesús, deja que Dios
entre en tu vida, y te use poderosamente para llegar a otros que no conocen de
su amor.
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